Tal como se explica en la sección "¿Qué es la gestión del color?", todos los elementos de la cadena gráfica no reproducen los colores de la misma manera, tomemos como ejemplo una imagen corregida en una pantalla que reproduce los colores en modo RVA (síntesis aditiva de la pantalla) y que a continuación se imprime en papel en modo CMAN (síntesis sustractiva de la impresora). Si estas dos etapas de visualización tan diferentes no se controlan con un sistema de gestión de los colores eficaz (presencia y uso de todos los perfiles de la cadena gráfica), resultará muy difícil obtener unos resultados coherentes.

Partiendo del principio de que cada elemento de la cadena debe contar con su propio perfil ICC, insistimos especialmente en que una pantalla debe configurarse regularmente y caracterizarse con su propio perfil ICC., ya que este elemento (la pantalla) es una de las piezas clave de una gestión de los colores controlada.

Para lograr un mejor control de los colores, el uso de un perfil ICC en un programa informático que gestione perfectamente el color (ej.: Photoshop) permite simular con precisión en una pantalla (regularmente configurada) el resultado antes de la impresión final. Esta función se denomina "Formato de prueba" en Photoshop (Soft Proofing en inglés).

Otros factores relacionados con el mantenimiento de una impresora también pueden dar lugar a la percepción de una diferencia colorimétrica, en particular, si algunos conductos del cabezal de impresión están atascados. Por tanto, se recomienda comprobar los conductos siguiendo las recomendaciones del fabricante, y eventualmente, limpiarlos.


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