Tanto en las fotografías en blanco y negro como en color, el negro resulta extremadamente importante y contribuye a aportar intensidad a una imagen.
Blanco y negro para aportar luz
Mientras que el blanco corresponde a la blancura del papel fotográfico, el negro es el resultado de la combinación de la tinta (o de los pigmentos) con el papel fotográfico.
El contraste entre el blanco y el negro es lo que permite trabajar la luz de una fotografía, una vez que ésta se ha realizado. Los tirajes fine art permiten precisamente lograr unos negros muy intensos y de este modo aportar un gran contraste a la fotografía.
Del contraste surge el movimiento
En fotografía, la intensidad de los negros y, por tanto, el contraste resultante respecto al blanco, es lo que revela la intensidad de una mirada, la energía de un movimiento o el poder de una emoción.
La calidad de un negro en fotografía también permite lograr que la imagen resulte legible destacando las grandes líneas y los principales elementos de la foto.
Cuidar el tiraje
A la hora de imprimir la fotografía, es importante tener en cuenta la calidad de la impresora y el tipo de papel que se escoja, porque la intensidad de los negros puede variar de una máquina a otra o incluso en función del papel. Por ejemplo, un papel como
Canson® Infinity Baryta Prestige 340 g/m² permite obtener unos negros muy intensos.
Para lograr un resultado óptimo, no dude en pedir consejo al técnico de revelado de su
laboratorio Canson® Infinity. Éste sabrá asesorarle y eventualmente corregirá los contrastes de su fotografía para garantizarle un tiraje de alta gama.